16 abril 2025

Cabriolas de Payasa

Brincaba, cantaba…de repente, corría.  La marcha del circo por poco la adoraba.

Su mueca pintada de risota desbocada, contaminaba emociones alborotadas.

Unos globos de colores feroces , se implicaban exaltados en la causa.

Era apasionado el juego imaginario, de hacer volar persecuciones aladas.

Parecían flores despilfarrando primaveras.  Delirios de brotes rescatados por la escarcha.

Yo la observaba excitada, embrujada, temía que algo la pudiera borrar del firmamento si dejaba de tocarla con mi carcajada. 

Ella, tenía la gracia de una gaviota alborotada salpicando vuelos de espuma por la playa.

De pronto, se acercó a mí cabriolando y me regaló el globo más chiflado. Inflado con soplos que buscaban deseos por el firmamento ilusionado… y a mí, que esperaba que la magia no se terminara nunca, de pronto se me incrustó en la cara una frase grandota y alterada.  -“Me eligió a mi…”-  y en mi mirada de niña desolada, se me reventaron unas lágrimas pavotas, que me contagió el presentir de una payasa atolondrada.


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